Hace ya mas de 50 años en Italia, el gran Darío Fo, habiendo reflexionado sobre el papel del bufón en la sociedad medieval europea, llegó a la conclusión de que los tiempos de la comicidad política habían vuelto y que sería él quien encarnaría este renacimiento.
Al mismo tiempo, en los Estados Unidos, el genial Lenny Bruce probaba los límites de la libertad de expresión con un sin fin de citas de justicia por su humor corrosivo.
Veinte años más tarde, empezaba la carrera del inimitable y muy comprometido Coluche en Francia que, muerto prematuramente, dejó un hueco que aún nadie ha podido llenar en este país. Desde entonces otros, con más o menos éxito, han seguido este duro camino del humor que va a contra corriente pero es sólo ahora, en los últimos años, que la verdadera dimensión de un contra poder de los cómicos se ha materializado.
Muchas son las razones de esta eclosión; la primera de todo, seguramente, radica en la incapacidad de los políticos de arreglar los problemas esenciales de nuestro mundo; pero hay también una segunda dimensión del asunto que no tiene nada que ver con la política ni con los bufones: La existencia de Internet y el poder de comunicación independiente que este medio nos proporciona a todos por igual.
Necesito también vuestra ayuda, queridos lectores, a la hora de descubrirnos lo que esta pasando a nivel cómico en vuestros países, mandándonos direcciones de sitios web de humor político.